Para utilizar este servicio solo necesitas tener una cuenta de Google (la misma que usas para Gmail o cualquier otro servicio de la compañía) y la creación de un perfil personal con tu información.
La filosofía de Google con este servicio es que seas tú mismo quien gestione tu información sanitaria y se la facilites a los médicos cuando la necesiten, manteniendo actualizado tu historial médico de forma permanente.
Pero la gran novedad que ofrece ahora, consiste en poder compartir tu información con otras personas, lo que ha suscitado enormes recelos por lo sensible de la información a compartir, y el peligro que un mal uso de la misma podría acarrear al usuario.
La forma de compartir la información consiste en publicar una página web con un enlace que se envía por correo electrónico. Para mitigar los problemas de privacidad que genera la opción de compartir este tipo de información, Google ha optado por un sistema restrictivo con las siguientes características:
- Solo se publican enlaces que se envían por email.
- Los enlaces solo funcionan de manera conjunta con la información del email de destino.
- Si se reenvía el mensaje, el enlace no funciona.
- Los enlaces caducan en 30 días.
- Se puede desactivar el enlace y la compartición en cualquier momento.
- Se puede consultar quién está viendo cada enlace.
Con todas estas medidas, Google intenta convencer a los usuarios de lo seguro que es su sistema y de las ventajas que puede aporta a los usuarios.
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